La práctica regular y continua de ejercicio físico constituye un importante complemento terapéutico, tanto para los pacientes con diabetes como para la prevención del desarrollo de diabetes tipo 2 en personas con obesidad resistencia a la insulina o intolerancia a los hidratos de carbono.
Un programa de actividad física adecuada a cada individuo, adaptado a sus posibilidades y preferencias, supervisado por el equipo de salud y educado acerca de las precauciones a tener en cuenta, ayuda a mantener y mejorar la calidad de vida de aquellos pacientes que lo practican.
Además de su reconocido efecto positivo para reducir los niveles de glucosa, la práctica regular de ejercicios contribuye a la regulación de los lípidos de la sangre, en el descenso de la glucemia y de la tensión arterial. Mejora el estado cardiovascular puesto que actúa sobre la frecuencia cardíaca de reposo y durante el movimiento, favorece la circulación colateral y mejora el transporte de oxígeno.
CONSUMO DE CALORÍAS DURANTE EL EJERCICIO:
kcal/h - kilocalorías/hora
- Actividad leve [ 50 - 200 kcal/h ]
- Actividad moderada [ 200 - 350 kcal/h ]
- Caminata (4km/h) [ 210 kcal/h ]
- Golf [ 250 kcal/h ]
- Natación (0,40 km/h) [ 300 kcal/h ]
- Danza [ 300 kcal/h ]
- Actividad vigorosa [ más de 350 kcal/h ]
- Patinaje sobre hielo [ 400 kcal/h ]
- Tenis [ 420 kcal/h ]
- Ski (16 km/h) [ 600 kcal/h ]
- Ciclismo (20 km/h) [ 660 kcal/h ]
- Aerobismo (16 km/h) [ 900 kcal/h ]